Es el momento de las personas


Manuel Serrano, director
Ayer fue el parto de Donde Viven las Mujeres, el mejor momento fue anoche cuando llamó Andrea desde la Estación de Adif de Chamartín diciendo: “Manu hay un problema”, ¡Ahh! Pensé, ¿qué ha pasado? No puedo apagar las teles, esto está lleno de público viendo la peli. Hay personas que han venido expresamente hasta la estación para verla. Imaginad la sonrisa que esbocé.

Por la mañana, en una entrevista de radio, insistí mucho en una idea: es el Momento de las Personas. Hoy estamos contentos porque hay muchos comentarios por la red, es increíble internet, la película se ha visto ya en las cuatro esquinas del mundo, desde Canadá, hasta Argentina, desde ahí hasta Filipinas, la comunicación, la inter-relación funciona a las mil maravillas. ¿Qué nos falta? Yo creo que eso: es el momento de las personas.

Estoy recordando varios eslóganes de campañas que apelan a la participación del público, el típico “sin excusas” o aquel efímero de “esto lo arreglamos entre todos”. Detrás de todo hay una razón, sin las personas, el chiringuito no funciona. Las personas estamos ahí, es nuestro momento.

Donde Viven las Mujeres ahora necesita a las personas, en el apartado proyectos de cooperación hemos propuesto que entre todos consigamos, como dice Sany en un momento de la película, devolverle la sonrisa a Carolina. La idea es el concepto de micro-donación. Cuando estamos por los Institutos, las Universidades, con el proyecto, nos gusta plantear al final de la sesión ¿si un estudiante ganara 1.000 euros mensuales, cuánto estaría dispuesta a aportar a proyectos de cooperación? Las respuestas son interesantes y es muy entrañable ver cómo en 6º de primaria, encuentran justo donar la mitad, y cómo a medida que se llega a Bachillerato, y Universidades esos 500 euros de primaria llega a 1 Euro simbólico. Y es en ese momento cuando hemos ganado a los poderes públicos, estar dispuesto a micro-donar el 1% de los ingresos, ya es más que el ansiado 0,7% que se exige a los poderes públicos y que no cumplen.

Lo interesante de la idea del euro, de la micro-donación, es que se asimila a la idea del voto, está claro que un voto no tumba gobiernos, pero un voto, más un voto, más un voto sí puede hacer fuerte una voluntad. En el caso de las micro-donaciones es muy similar, todos tenemos ganas de mejorar la vida que nos ha tocado vivir, todos queremos participar, pensamos quizás que una participación simbólica no tiene ninguna fuerza, cuando creo que es todo lo contrario, la fuerza de las personas está en unir sus “micro-voluntades”, donar el 1% de lo que ingresamos a una causa solidaria, es mejorar este mundo. No se trata de cambiar el mundo, se trata de mejorarlo entre todos, de que todos participemos, es mejor reunir 500 euros a través de 500 micro-donaciones que una única donación por ese importe.

Es el momento de las personas, es el momento de sumar pequeños gestos, y dar forma a un deseo generalizado: que las cosas mejoren. Es una realidad que los poderes públicos, ya no van a llegar ni de lejos al deseado 0,7% y que la iniciativa de las personas debe reemplazar a la iniciativa pública demasiado perdida en un cúmulo de corruptelas generalizadas, gastos innecesarios, (sí, como vosotros estoy pensando en el famoso Auto-retrato de Francisco Álvarez Cascos por 200.000 euros, ahí va la demagogia, cuántas causas solidarias se podrían hacer con 200.000 euros). Lo dicho, lo público y la cooperación al desarrollo, está herida. Es el momento de las personas, de su participación en las iniciativas que mejoren este mundo que nos ha tocado vivir. Que nadie olvide que en esta vida no funciona aquello de que el último que cierre la puerta y apague la luz, aquí siempre es que pase el siguiente, al menos dejemos la Tierra igual que nosotros la encontramos.

Por si alguien tiene dudas: es el momento de las personas. Sólo las personas podemos mejorar esto, los pequeños gestos, las pequeñas participaciones tienen mucho valor.

Manuel Serrano 
Director de DONDE VIVEN LAS MUJERES

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